«Las lágrimas que no se lloran, ¿Esperan en pequeños lagos? O ¿serán ríos invisibles que corren hacia la tristeza?»
Pablo Neruda
«La incomprensión, más que la imposibilidad de comprender, es la imposibilidad de sentir»
José Narosky
Se habla a menudo de la importancia, de las emociones y adecuada regulación para gozar de una salud mental y adaptación optima, pero ¿cómo afecta nuestro estilo de reconocimiento y afrontamiento de nuestras emociones a nuestra salud física?.
Sin duda la relación indisociable cuerpo mente, lo fundamental del equilibrio entre lo psicológico y físico y la importancia de su armonía es indiscutible para profesionales y pacientes a estas alturas para lograr un bienestar integral en nuestra vida.
A descubrir una parte de esta relación y su importancia deseamos dedicar el artículo que presentamos. Concretamente hablaremos de la represión de emociones, el estilo de personalidad represor, y las consecuencias de este estilo para la salud física; ¿Cómo se comportan estos individuos ante las adversidades?, ¿qué patrones desarrollan?, ¿podemos ayudar a mejorar su calidad de vida?.
Identificación, instrumentos, mecanismos de represión
¿Cómo podríamos identificar a individuos represores, frente aquellos que hacen una buena identificación y expresión de sus emociones?. Una posible estrategia podría ser la de comparar los dos tipos de individuos, (sensibilizadores vs represores) a través de medidas de autoinformes de ansiedad, lo cual tiene una importante limitación metodológica. Para superar la misma fue creada la Escala de Deseabilidad Social (Crowne y Davison 1964) y una Escala de Ansiedad para evaluar la tendencia de la persona a responder defensivamente cuando la persona ve amenazada su auto-imagen. Las puntuaciones comparados con otros sujetos los “represores” mostrarán un mayor nivel de actividad autonómica, aunque no reconocerán su ansiedad (que será alta), por tanto disociaran la información verbal y el nivel de arousal autonómico particularmente en situaciones públicas, estos individuos tenderán a proyectar una autoimagen tranquila ante los otros. Los individuos represores recordaran menos experiencias negativas de la infancia que los individuos bajos y altos en ansiedad. El “coping” represivo estará asociado a la dificultad de recordar experiencias emocionales en general.
Los mecanismos que pueden estar actuando para que haya una mayor dificultad a la hora de recordar e imaginar acontecimientos negativos pueden estar repercutiendo en que haya una dificultad para recuperar información de tipo emocional. También es posible que la dificultad se deba a que dicha información sea codificada de una manera menos elaborada que el modo en que es codificada por los sujetos no represores. Podría ser que los individuos represores no sean capaces de recordar la información emocional porque dicha información es reprimida dado su contenido negativo, o bien, porque tienden a codificar en menor medida y menos elaboradamente los acontecimientos personales de naturaleza negativa.
Mecanismos de relación personalidad y enfermedad
Como en el caso de otras variables o patrones de personalidad desde una perspectiva de generalidad podríamos señalar que en el caso que estudiamos los sujetos represores tienen una vulnerabilidad o susceptibilidad a la hipertensión consecuencia de la represión de sus sentimientos y emociones, y la tendencia a reprimir las mismas, lo cual produce una reactividad fisiológica que el sujeto omite, impidiendo que desarrolle un modelo de afrontamiento adecuado y saludable, esto está repercutiendo claramente en el aumento de su tensión sistólica como diastólica. La hipertensión arterial denota una respuesta fisiológica patológica, que de acuerdo a investigadores expertos en la psicología del proceso, se relacionaría con una falta de elaboración psíquica adecuada de emociones tales como el enojo y la ira. La acumulación del enojo y su falta de expresión adecuada, generaría ese efecto de «olla a presión», la cual elevaría la presión sanguínea en tales personas.
Respecto a las implicaciones desde el punto de vista de la enfermedad que puede tener este resultado el riesgo de enfermedad coronaria es bastante claro, al producirse un aumento exagerado de la acción del sistema nervioso simpático, (con un aumento considerable en la secreción de adrenalina), el cual interacciona con el sistema renal renina-angiotensina (hormonas que desencadenan una contracción de la musculatura de las arteriolas) y así se dispara un aumento, permanente en muchos de los casos, de la tensión arterial. Presentan una mayor presión arterial podría suceder que ese incremento se fuera manteniendo en el tiempo haciéndose crónico, lo cual podría desencadenar la aparición de la hipertensión esencial o de otras enfermedades crónicas, de tipo cardiovascular (p.ej. infarto de miocardio, ictus, insuficiencia cardiaca, etc.) o renal. Además estos pacientes al no reconocer su ansiedad interna, y no percibirse como nerviosos, o su ira, o su tristeza, no van a poder articular mecanismos adecuados de afrontamiento, lo cual podría hacer que desarrollasen conductas de riesgo de estilo poco adaptativo que también pudiesen repercutir en su modo de vida y su salud generalizada.
¿Cómo les podemos ayudar?
En cuanto a las posibles actuaciones que se pudieran tomar con estos pacientes:
En primer lugar informar y señalar la importancia que tiene su estilo de afrontamiento de emociones en el desarrollo de una presión arterial elevada y los riesgos de salud que conlleva, para que haya una toma inicial de conciencia.
Se podría ayudar a estos pacientes con técnicas y ejercicios que les facilitasen el reconocimiento de sus sensaciones corporales, sentimientos y propiciasen una sana exteriorización de los mismos. Entre algunas técnicas que podrían resultar eficaces estarían los ejercicios de Mindfulness que ayudan a una toma de conciencia corporal, prevenir y reducir el estrés y la ansiedad, mediante el reconocimiento de los factores causantes de esos estados, la observación de lo que sucede en el cuerpo y en la respiración, el desarrollo de la capacidad de observar (sin reaccionar) nuestros pensamientos como generadores de estrés añadido y el aprendizaje de técnicas que faciliten el acceso a estados de relajación y bienestar. El desarrollar la conciencia corporal, servirá como vehículo para reconocer lo que les sucede en el momento presente, a través de la observación y la aceptación ecuánime de las sensaciones corporales, el aprendizaje del movimiento consciente y de técnicas respiratorias, el desarrollo de la propiocepción y de la receptividad a través de los sentidos.
Sería interesante también repasar los diferentes factores de riesgo relacionados con el estilo de vida, alimentación, deporte, tabaco y alcohol, por si hubiese que mejorar alguno de ellos, e intervenir para modificar pautas que puedan estar generando un problema mayor.
Entrenar en técnicas de detección y afrontamiento de emociones, y en definitiva ayuda terapéutica que les puede servir para mejorar su calidad de vida psicológica, y sus consecuencias sobre la vida física.
Patricia Santiago García
Psicóloga Clínica (M-26280)
Experta en Intervención Psicoterapéutica
Experta en Mediación y Orientación familiar
Conceptos
Nivel de arousal:
El nivel de activación o “Arousal” se define según Gill (1986) como “la intensidad de la conducta”, que oscila desde un profundo sueño en un extremo hasta una elevada excitación en el otro (Malmo, 1959).
La activación puede manifestarse tanto a nivel fisiológico, cognitivo o motor. Pero en determinadas ocasiones, es posible que coexistan respuestas de activación de distinto tipo (por ejemplo más activado física que mentalmente o a la inversa).
Para cualquier actividad o tarea cada individuo necesita un grado de tensión acorde a la misma. Tareas muy difíciles o que demandan un esfuerzo intelectual (como estudiar para un examen) presentan su punto óptimo en niveles relativamente bajos de estrés (para no afectar a la atención), mientras que otras tareas que requieren resistencia o persistencia (por ejemplo, practicar un deporte) presentan ese punto óptimo en niveles más altos de estrés (ya que favorecen la motivación).
“Coping” represivo:
Las personas con una personalidad inhibida o un estilo de enfrentamiento represivo.
Mindfulness:
http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=1340