Dice un poema de Juan Ramón Jiménez:
¡No corras. Ve despacio,
que donde tienes que ir
es a ti solo!
¡Ve despacio, no corras,
que el niño de tu yo, recién nacido eterno,
no te puede seguir!
En estas dos estrofas del poema se puede resumir mucho del trabajo que se hace en psicoterapia, además de ser la clave de vivir una vida serena como valor básico de la felicidad.
No obstante el concepto de “llegar a nosotros mismos” parece una tarea muy abstracta y en muchas ocasiones para conocernos, necesitamos conciencia, observación y también herramientas que nos abran esas puertas que han permanecido cerradas mucho tiempo, posiblemente, porque ni nos hemos planteado la idea de que detrás de nuestro YO conocido, puede existir un Yo más auténtico, o que podemos llegar a encaminarnos hacia la investigación para replantear nuestra propia categorización interna.
A lo largo de la lectura del libro Cómo romper su adicción a una persona de Howard M. Halpern, encontré un ejercicio muy interesante para poder trabajar sobre dónde estamos y el punto al que queremos llegar, algo así como una ayuda para la reflexión de nuestro propio concepto de lo que somos, que nos puede dar la oportunidad de revisar con lo que realmente queremos quedarnos, y aquello que nos sobra aunque hayamos ido manteniéndolo durante muchos años. Consiste en un ejercicio en cual deberemos terminar frases incompletas, pudiendo escribir uno o varios finales para cada frase:
- Soy…..
- Lo más importante de mí es….
- Siempre……
- Me siento yo mismo, cuando…….
- Lo que más me gusta de una persona és…..
- Seré……
- Me enfado cuando…..
- Me siento muy feliz cuando……
- Creo en….
- Una cosa que quiero cumplir es……
- Lo que más me gusta de mí es….
- Odio cuando….
- Estaba….
- Cuando menos me siento yo mismo es cuando…..
- Me siento muy débil cuando….
- Nunca….
- Cuando me enfado……
- En un día lluvioso me gusta…..
- Me siento bien cuando recuerdo…
- Cuando estoy solo siento….
- Lo que más quiero es…
- Yo era el tipo de niño que….
- Una cosa que me gustaría cambiar de mí es….
- Me siento muy fuerte cuando……
- En un día bonito me gusta….
- Mi pasatiempo favorito es….
- Cuando estoy contento me gusta……
- Si mi relación con ——————– acabara……….
Después de completar las frases y volver a leerlas la pregunta que nos debemos hacer es, ¿qué tipo de persona surge?, si hay aspectos de esta identidad que surge tras la realización del ejercicio que no nos gustan, puede ser la oportunidad de comenzar el gran reto del cambio, por ejemplo, preguntándote, si pensaras de nuevo en estas frases en el plazo de un año, qué finales serían mejores para que te gustase la persona que refleja el ejercicio.
En este punto tendríamos objetivos valiosos, que habría que dotar de planes de actuación realistas para conseguir cumplirlos, algo así como trazar un mapa con caminos nuevos e interesantes que después deberemos aprender a transitar con objetivos concretos, con acciones que sean diferentes a las que hasta ahora hemos llevado a cabo, y posiblemente, revisando y desterrando creencias limitantes que nos han bloqueado para avanzar en el logro de la mejor versión de nosotros mismos.

Patricia Santiago García
Psicóloga General Sanitaria (M-26280)
Experta en Intervención Psicoterapéutica
Experta en Mediación y Orientación familiar
Experta en Terapia de Pareja